Noviembre 1915

En noviembre de 1915 se culminó la tarea de encontrar las ecuaciones de campo de la Teoría de la Relatividad General. Después de muchas tentativas entre 1907 y 1915 Einstein llegó por fin al resultado deseado. Yo creía que en esa carrera era Einstein el único corredor pero no es así. David Hilbert, un matemático de Gotinga, estaba sobre la pista en ese momento y llegó a los mismos resultados que Einstein también en noviembre de 1915. Aunque no se pone en duda que la primacía del descubrimiento le corresponde a Einstein por un razón importante: Einstein con una audacia pasmosa pensó la teoría (principios de equivalencia y covariancia y uso de cálculo tensorial) cosa que Hilbert no hizo. Hilbert usó sus profundos conocimientos matemáticos para trabajar sobre lo que Einstein había imaginado y construido. O dicho con un símil: Hilbert era muy buen piloto  pero conducía un coche prestado. 
No había calma alrededor. Europa se hallaba en medio de la terrible catástrofe de la Primera Guerra Mundial durante ese noviembre de 1915 de trabajo febril de Einstein y Hilbert (Einstein dice en alguna carta que se olvidaba de comer) Wissenschaft und Krieg. Dos sabios de la reconcentrada Alemania descifraban matemáticamente la estructura del universo mientras cientos de cadáveres quedaban insepultos en batallas bestiales. 

Un hombre extraordinario

De las pocas cosas que recuerdo de mis lejanos años de universidad (mi paso por esa institución fue breve y muy discreto) recuerdo tonterías o anécdotas principalmente. Creo que se me olvidaron todas las explicaciones que nos dieron sobre física, fisiología animal, geología, botánica y, sobre todo, matemáticas. Puedo decir que no entendí una sola frase de las que nos dijo aquella profesora pequeña que llenaba la pizarra en cinco minutos. Recuerdo dos frases de dos profesores: la primera fue en la primera lección del profesor de Citología e Histología. Dijo hablando de Adán y Eva que gozaban de los bienes "preternaturales". La segunda frase que recuerdo la dijo el profesor de fisiología vegetal cuando explicando algo en que intervenía el químico Joseph Priestley le llamó "hombre extraordinario". No hace falta decir que no me licencié.