En el adiós a Xuan Bello

Xuan Bello era una personalidad original, un genio de la amistad y un gran poeta. Primero, su vocación literaria total, después el periodismo como medio de vida. Su enorme actividad de animador cultural. De pocas personas puede decirse que dedicaron su vida a la realización de una idea, éste fue el caso de Xuan Bello. Dedicó su vida de sesenta años (ay, qué breve) a una lengua minoritaria, en trance de desaparecer, la lengua de la gente sencilla de su tierra: el asturiano. "Escribo para que el asturiano no muera" dijo en una entrevista. Sabía, sin embargo, que la batalla estaba perdida. Pero siguió batallando hasta el final, fiel a la misión que se había marcado. En su muerte ha quedado claro que Xuan Bello, aunque no hacía falta esta confirmación, tenía un carisma descomunal. Usaba el asturiano para unir no para dividir, para comunicarse no para ordenar, para discutir no para denigrar, para tender puentes no para levantar muros. El asturiano fue la lengua de sus admirables poemas y narraciones, aquellos textos que desde los precoces 16 años hasta su última madurez fueron conformando una obra indispensable del Surdimientu. Xuan Bello era político y defendía sus ideas, pero no era agresivo ni sectario, era demasiado inteligente y bondadoso para serlo. Que acabó muy desencantado de la política regional es casi seguro. En estas horas tristísimas todos los que lo conocimos, gente muy diversa lo que da prueba de su gran humanidad, recordamos su hablar pausado, su mirada directa, su risa franca, sus gestos al expresarse y los frecuentes relámpagos de su brillante inteligencia. Por las arterias de Xuan Bello corría la literatura, poseía una enorme erudición, era muy amigo de las citas literarias y un formidable fabulador capaz de relacionar las cosas más diversas para hacerlas coincidir en ese ombligo del mundo que fundó, su aldea natal en su Tineo del alma, el mítico Paniceiros. Hace muchos años, en su piso de la calle Carpio de Oviedo, acogiéndonos a unos cuantos amigos con su hospitalidad característica, nos puso una canción en su aparato de música. Reconozco que no recuerdo qué canción era, pero sí me acuerdo de lo que nos dijo: "escucháilo col corazón". 

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