Creo que todos conocemos más o menos la vida del matemático John Nash por la película "Una mente maravillosa" en la que el insoportable Russell Crowe hacía el papel protagonista (no se pudo elegir peor actor para tal papel). Hace unas semanas el octogenario y glorioso matemático llegó a New Jersey de vuelta de recibir una medalla en Oslo: el premio Niels Henrik Abel (una especie de John Keats de las matemáticas). Tomó un taxi con su mujer (que lo cuidó durante décadas con la abnegación y la paciencia de las mujeres enamoradas, supongo). En el trayecto un conductor se cruzó aleatoriamente, muy aleatoriamente, en el camino del taxi. Tuvieron un accidente. John Nash y su mujer salieron despedidos del coche y estrellaron sus cuerpos contra algún cuerpo sólido. John Nash: el hombre que luchó contra la esquizofrenia. El arrogante y genial John Nash. Murieron en el acto. Parece que el taxista sobrevivió al aleatorio accidente. Ellos no. Nunca es tarde para morir violenta y estúpidamente... maravillosa.
La güadaña no respeta ni a Dios
ResponderEliminarAsí es.
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