Hoy Espronceda está pasando la ITV de su coche. Pero no la pasará, por descuidado, por poeta. Su coche ya es viejo de cuatro años, está "impoluto", pero tiene un defecto grave en el neumático. Espronceda va a un taller y refiere su fracaso circulatorio. El neumático ya no se fabrica.
Hay que pedirlo a Alemania. Allí se inventó la rueda. Espronceda, poeta de la desintegración del átomo, se pone los auriculares y escucha.
Escucha nanas de Heisenberg.