Noviembre 1915
Un hombre extraordinario
De las pocas cosas que recuerdo de mis lejanos años de universidad (mi paso por esa institución fue breve y muy discreto) recuerdo tonterías o anécdotas principalmente. Creo que se me olvidaron todas las explicaciones que nos dieron sobre física, fisiología animal, geología, botánica y, sobre todo, matemáticas. Puedo decir que no entendí una sola frase de las que nos dijo aquella profesora pequeña que llenaba la pizarra en cinco minutos. Recuerdo dos frases de dos profesores: la primera fue en la primera lección del profesor de Citología e Histología. Dijo hablando de Adán y Eva que gozaban de los bienes "preternaturales". La segunda frase que recuerdo la dijo el profesor de fisiología vegetal cuando explicando algo en que intervenía el químico Joseph Priestley le llamó "hombre extraordinario". No hace falta decir que no me licencié.