Algo he leído sobre la vida de Isaac Newton. Iba a escribir un par de anécdotas para gusto propio y quizá del lector que pasara por aquí. Algo fácil, digerible, papilla intelectual, nadie se asuste. Pero, ¿con qué derecho voy a escribir nada de un hombre que tenía aversión a publicar sus trabajos sobre física o matemáticas que eran...? Comprender la importancia de la obra de Newton implica romper los moldes ordinarios con que juzgamos la inteligencia humana. Le gustaba el secreto. En el secreto lo dejo.
Faltaré a mi palabra inmediatamente. Contaré una anécdota. Por lo visto Newton no era sociable ni divertido. En los cinco años que estuvo con Newton su secretario le vio sonreír sólo una vez.